Claridad
Es muy importante que cuando se
intenta comunicar algo se haga de manera clara, es decir, que la persona que
reciba el mensaje lo pueda captar fácilmente. Que se entiendan las ideas sin
que requiera un gran esfuerzo de interpretación por parte del interlocutor.
Concisión
Saber la extensión que hay que dedicar a explicar un tema
concreto puede ser el punto más importante de una comunicación. Hay que incluir
la suficiente información como para resaltar todos los puntos clave, pero no
debe ser tanta como para cansar o perder la atención de las otras
personas.
Coherencia
Una buena comunicación debe tener una estructura básica que
facilite la comprensión a los oyentes. Se deben tratar los temas de forma
ordenada, relacionando ideas cuando resulte necesario pero
evitando saltos temáticos que puedan dificultar la compresión global.
Sencillez
En muchas ocasiones la forma más fácil de hacer una
comunicación clara y concisa es escogiendo correctamente las palabras y
expresiones a utilizar. No es necesario demostrar nuestra cultura, sino que el
interlocutor comprenda las ideas fácilmente. Para ello un vocabulario sencillo,
aunque riguroso, puede ser la clave.
Naturalidad
Una buena comunicación es aquella en la que el comunicador
es capaz de transmitir su mensaje de una forma natural, sin artificios ni
formas rebuscadas. No se debe notar que una charla ha estado preparada y
ensayada con antelación, aunque muchas veces la única forma de lograr tal grado
de naturalidad es precisamente ensayando repetidas veces.
Interacción
El objetivo número uno de cualquier comunicación es
mantener expectante y atento al interlocutor. Para ello, una de las formas más
prácticas y útiles es mediante la interacción con él. Hacerle participar de
alguna manera, haciendo preguntas, planteando cuestiones varias o dejando que
exprese su opinión.
Conocimiento
En una buena comunicación es muy importante la forma, pero
también el contenido. Puedes tener un don para la comunicación pero es
necesario que absolutamente todo lo que se diga sea cierto y riguroso. No hace
falta ser un experto en absolutamente todo, pero si se hace una comunicación
sobre un tema, se debe conocer a fondo.
Lenguaje no verbal
Muchas veces es difícil de controlar, pero el lenguaje no
verbal puede ser clave a la hora de transmitir un mensaje de manera eficaz.
Puede denotar inseguridad, falta de conocimiento o nervios, pero también puede
ser útil para establecer un vínculo con el interlocutor o para demostrar
cercanía hacia él.
Unidad
Una comunicación de calidad debe tratar los temas como una
unidad. Hay que darle un sentido global a la presentación y no hablar de los
diferentes temas de forma aislada. Se debe seguir un hilo conductor y
relacionar los conceptos entre sí.
Relevancia
A nadie le gusta perder el tiempo leyendo un texto o
escuchando una presentación sobre un tema por el cual no tiene interés. Hay que
conocer a los receptores de nuestro mensaje y adaptarlo para que la información
dada sea relevante para ellos.
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